Que el turismo rural está de moda no es nada nuevo. De hecho el mayor aumento en la oferta de ocio y descanso para las vacaciones y estancias cortas lo encontramos en las casas y masias rurales, las cuales han convertido pueblos con un número muy reducido de habitantes que estaban a punto de desaparecer en complejos de descanso que se rentabilizan en poco tiempo.
Como norma general quienes buscan pasar sus vacaciones en masias rurales lo hacen con la intención de huir de la aglomeración típica que acompaña las temporadas de verano y vacaciones largas. Incluso prefieren alojarse en temporadas menos elegidas por el resto, pues con estas medidas se garantiza que el entorno será mucho más tranquilo y se podrá disfrutar mucho mejor de los alrededores y las actividades que se pueden encontrar en los alrededores, como norma general rutas de senderismo y a caballo, salidas culturales o simplemente parase a escuchar el silencio, relajante y evocador para todos aquellos que tratan de huir del ruido de las ciudades y del bullicio que algunas veces genera la gente incluso en entornos rurales más poblados.
Los alrededores de estos alojamientos suelen ser muy naturales, e invitan a quien los visita a sentirse en equilibrio con la naturaleza, como una vuelta a los orígenes del hombre, cuando no hacían falta tantas cosas.