El turismo requiere de nuevas opciones para invitar a los visitantes a que acudan a lugares en los que habitualmente no se piensa como destinos de vacaciones y descanso para renovar su oferta y ampliarla. Los pueblos abandonados, o aquellos que están perdiendo habitantes debido a la falta de oportunidades laborales se han convertido en un nuevo objetivo como destinos de ocio, y en ocasiones encontramos viviendas y fincas abandonadas reconvertidas en masías rurales con todo lo que un aficionado al turismo de naturaleza puede esperar de estas plazas hoteleras.
Algunas de estas masías rurales se pueden alquilar enteras para que grupos de visitantes pasen algunos días descansando y conociendo el lugar, mientras que en ocasiones estas son verdaderos hoteles con encanto que permiten reservar una sola habitación y disfrutar de las mismas comodidades de las que se pueden encontrar en cualquier hotel de características similares en una ciudad, como puede ser el desayuno, una piscina o incluso una conexión a Internet en la habitación.
Gracias a estas reconversiones se ha logrado dinamizar el turismo en algunas zonas deprimidas y se han generado nuevos puestos de trabajo, lo que ha permitido a algunas de estas localidades dejar atrás la sombra del abandono y volver a acoger de nuevo a vecinos que tuvieron que salir un día para trabajar en otro lugar y hasta a nuevos habitantes que, atraídos por las nuevas actividades, de un modo u otro se valen del turismo de la zona para ofrecer otros servicios.