Ronda – Cueva de la Pileta

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Dejamos las calles de ensueño de la magnífica ciudad para adentrarnos en las montañas y disfrutar de las numerosas cuevas situadas aquí, muchas de ellas estudiadas ya por Obermaier y Breuil a principios de siglo.

Pero nos detendremos en una en especial: la Cueva de la Pileta. La más famosa de estas cuevas está situada en Benaoján y fue descubierta en 1905. Contiene un importante conjunto de pinturas rupestres de cabras, caballos, cérvidos, bóvidos, etc. , entre las que destacan «la yegua preñada» y «el pez».

Esta visita nos transporta a un hábitat muy distinto al que hasta ahora hemos visitado, convirtiéndose en una magnífica oportunidad de disfrutar de la historia en un paisaje natural.

Además de ser residencia para el hombre prehistórico, esta cueva, fue lugar de enterramiento. Así se demostró con el descubrimiento de restos humanos en diferentes espacios de la misma tras las excavaciones.

Los restos que se conservan del periodo Paleolítico denotan una ocupación caracterizada por parte de grupos cazadores-recolectores. Se representan por tener un hábitat estacional en vinculación directa con actividades de subsistencia, principalmente la caza.

Tanto en este, como en el resto de asentamientos, aparecen útiles y desechos de talla con clara tipología musteriense.

Si bien hemos encontrado preciosas edificaciones de nuestra etapa contemporánea en la ciudad, pensamos también que es muy recomendable viajar hasta la Prehistoria y conocer el emplazamiento natural que el antiguo hombre rondeño solía disfrutar, a través de esta magnífica Cueva de la Pileta.